La intoxicación con sales de plomo se llama “saturnismo”, nombre
que viene de “color de Saturno” porque muchas veces la acumulación de plomo en
la sangre produce una coloración de la piel también conocida como plumbosis o
“lengua negra”. Los romanos fueron los primeros afectados porque durante las
fiestas Saturnales, en honor del dios Saturno, se consumía el vino que
almacenaban en recipientes que contenían plomo y provocaba en la gente
comportamientos desordenados y enloquecidos
que se han señalado como la causa de la locura recurrente de Calígula,
Nerón, etc. En las fases leves, produce cólicos, dolores de cabeza y
embotamiento. Si la intoxicación continúa provoca agresividad, sordera y,
finalmente, la muerte. La conducta excéntrica y violenta de muchos artistas ha
sido atribuida al saturnismo.
Los pigmentos (óxidos o sales de plomo,
cadmio, mercurio y otros) con los que se preparaban las pinturas permitieron el
ingreso de metales y otros tóxicos al organismo por vía respiratoria, digestiva
o a través de la piel, acumulándose y afectando el desempeño físico e
intelectual. Los tejidos de los niños (cerebro, riñón, hígado y huesos)
absorben un 50% de plomo, mientras que en los adultos es de sólo 20%, lo que
perjudica su aprendizaje y crecimiento. Los principales pigmentos eran el
albayalde o blanco de plomo (hidroxicarbonato de plomo) usado como color base y
para pintar las veladuras de vestidos, el litargirio (monóxido de plomo) de
color amarillo, el minio (tetróxido de plomo) un pigmento anaranjado que se
halla en los márgenes del Miño, el Amarillo de Nápoles (antimoniato de plomo)
que brinda un amarillo muy brillante y el Azul de Prusia (ferrocianuro férrico)
el azul más usado. Actualmente han sido sustituidos por pigmentos sintéticos
mucho menos tóxicos.
El
genial pintor aragonés Francisco José de
Goya y Lucientes (1746-1828), fue el artista europeo más importante y una
de las máximas figuras de la pintura española. Goya pintaba en forma rápida y
desordenada hasta con sus propias manos manchándose continuamente con sus
blancos de plomo, amarillos de cadmio y rojos de mercurio. Además, tenía la
costumbre de sujetar los pinceles entre los dientes, de ingerir sus alimentos
sin lavarse previamente las manos y le gustaba pintar por la noche, iluminado
por velas, durante largas horas en ambientes pequeños y mal ventilados. En 1789
Carlos IV lo nombró pintor de cámara del Rey y no sólo pintó a la familia real
sino también a la aristocracia española. Quedó gravemente enfermo en 1792 con mareos,
parálisis parcial, dificultades en la visión y audición, paranoia y
alucinaciones, todos los síntomas del envenenamiento por plomo. En los 36 años
siguientes sufrió varias recaídas de su misteriosa enfermedad. Su trabajo pasó
de dulce y sentimental a extraño y grotesco, de pacíficas escenas campestres a
infernales pesadillas. Se dice que su intoxicación con plomo ayudó a su
carreta, pero terminó totalmente sordo.
La angustia mental y
la conducta agresiva del célebre pintor holandés Vicent
van Gogh (1853 - 1890) también se ha atribuido al saturnismo, llegando a
autolesionarse, a cortarse una oreja tras una discusión con Paul Gauguin y,
tras su paso por un sanatorio mental, a quitarse la vida. Los principales pigmentos con los que se intoxicó son arsénico
(verde), cianuro (Azul de Prusia), mercurio (bermellón) y plomo (blanco y
amarillo). Con el sulfuro de cadmio logró un color amarillo brillante muy
especial con el que pintó su cuadro “Los girasoles”. Se cree que también se
intoxicó con cadmio.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/goya.htm
Q.F. JUAN JOSÉ LEÓN CAM <jjleon@lamolina.edu.pe>
Departamento de Química. U. Nacional Agraria La Molina. PERÙ.