sábado, 29 de diciembre de 2012

LA CHICHA DE MI TIERRA

La fermentación es un proceso conocido desde los inicios de la civilización y es producida por unas proteínas (enzimas) que transforman el almidón de las plantas en alcohol y otros productos. En muchos lugares existen diversas bebidas fermentadas que se producen con materias primas y condiciones tales que originan una bebida típica del lugar.

La “chicha de maíz”, parece no tener origen definido, pero algunos atribuyen su origen a la costa del Perú prehispánico. Es interesante notar que esta bebida piurana (de Piura, norte del Perú) se prepara con una sola variedad de maíz y la técnica de preparación es un conocimiento que se trasmite de generación en generación. Esta bebida también es utilizada como un importante ingrediente en la elaboración de varios platos típicos de la región.

Para preparar la chicha se prefiere el “maíz de jora”, quizás por su composición química, principalmente: carbohidratos, proteínas, lípidos y minerales. El carbohidrato más abundante del maíz es el almidón que está constituido por amilosa y amilopectina. El contenido de amilosa define el tipo de maíz. Así, si el contenido de ésta es elevado (mayor que 60%) presenta elevado potencial para producir azúcares reductores y lograr fácilmente un proceso fermentativo; en cambio, si el contenido de amilosa es bajo (menor al 6%) será un maíz ceroso o waxy que no es apropiado para la fermentación. 


Entre las proteínas sobresale su alto contenido de prolinas (zeinas) y de glutelinas (zeanina) y su baja concentración de lisina (aminoácido presente en muy baja concentración en el maíz) lo que no sólo limita su valor nutritivo sino limita la síntesis de otras proteínas (como las enzimas amilolíticas) que son fundamentales en los procesos fermentativos. Los aceites de los cereales se encuentran en el germen y tiene un alto tenor de ácido linoleico (> 50 % del total de ácidos grasos), que es esencial en la nutrición humana.

La elaboración de la chicha de maíz empieza con el “remojo” de los granos para promover la solubilización de las enzimas y síntesis principalmente de enzimas amilolíticas. Con el aumento de la humedad y la temperatura (unos 35ºC en ambiente cerrado), rápidamente aumenta la tasa respiratoria del grano (pre-germinación) y es necesario inhibir las reacciones enzimáticas y disminuir el tenor de humedad a través del soleado.

La siguiente operación es la molienda, que reduce el tamaño de las partículas y aumenta la superficie específica, variable muy importante que no se toma en cuenta en el proceso artesanal. El producto de la molienda es la “harina de maíz de jora”. La fermentación es la forma más simple del metabolismo de carbohidratos y tiene por objeto generar energía a partir de compuestos orgánicos, siendo el producto final una mezcla de compuestos (alcoholes, ácidos, aldehídos, cetonas, etc.) en diferentes estados de oxidación. La fermentación es precedida por la cocción de la masa resultante de mezclar el agua y la harina, sin considerar la proporción de éstos -importante variable del proceso- a la temperatura de ebullición, por unas 12 a 15 horas (establecido por conocimiento generacional). En esta operación, se inactivan las enzimas (amilolíticas, proteolíticas y lipolíticas), los aminoácidos y azúcares reaccionan (reacción de Maillard) produciendo compuestos de Amadori, los ácidos grasos forman hidroperóxidos y probablemente se solubilizan algunos metales del recipiente.

Luego viene el “muqueado” consistente en el mascado de la masa cocida (afrecho) a una temperatura “tibia” (corporal) por un minuto, tiempo suficiente para impregnarlo de ptialina (enzima amilolítica de la saliva) y se coloca en las tinajas de barro (recipientes de cuello estrecho, generalmente de fondo cónico). El proceso continúa con un “reposo obligatorio” por 6 a 12 horas, periodo en el cual ocurre la primera fermentación. El final de esta etapa se determina por la prueba sensorial del “ácido” característico (detección del gusto y sabor), realizada por “expertos” (entrenados por generaciones). Hoy en día, el análisis sensorial y el análisis instrumental permiten analizar la calidad y cantidad de los componentes característicos del sabor y establecer los límites de cada uno.

Después del reposo, sigue el “recocido” por unas 10 a 12 horas. En este nuevo tratamiento térmico se inactivan las enzimas y detienen las reacciones químicas de la primera fermentación. Luego se separan las partículas sólidas del sobrenadante por filtración (“taqueado”) separando los sustratos insolubles. El sobrenadante (chicha verde) es vertido a los cántaros (recipientes de cuello más estrecho que las tinajas), operación que se repite varias veces para el “desfogue” o aereación de la chicha, porque el oxígeno es necesario para la liberación de CO2. Esta etapa final del proceso determina la calidad de la bebida y establece la marca del fabricante (la chichera).

Quiero dejar constancia de mi reconocimiento y gratitud a la señora Lupe Camino, autora del libro citado en la bibliografía.

BIBLIOGRAFÍA
CAMINO, Lupe. Chicha de maíz: Bebida y vida del pueblo de Catacaos. CIPCA – Piura, PERÜ. 1987.

DR. WÁLTER AUGUSTO RUIZ <dqmwar@furg.br>
Departamento de Química. Universidad Federal do Rio Grande. BRASIL.

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