La
quinua (Chenopodium quinoa, familia Amarantaceae)
fue domesticada y cultivada desde hace más de 5800 años en los Andes de Perú,
Bolivia, Ecuador y Chile. Se dice que es un seudo-cereal porque no pertenece a
la familia de las Gramíneas como la mayoría de cereales “tradicionales”. Desde
épocas precolombinas, sus granos son un valioso alimento de los nativos de la
región, siendo conocidos como el “Cereal madre” o “El grano de oro de los
Incas”. Cada año, en una ceremonia especial, el Inca plantaba las primeras
semillas de la temporada y los sacerdotes llevaban vasijas de oro llenas de
granos de quinua que las ofrecían al Inti, el Dios Sol.
Los
mayores productores de quinua son Bolivia, Perú y los Estados Unidos, pero su
cultivo se está expandiendo a otros continentes y actualmente es cultivado en
varios países de Europa y Asia. Es reconocida por la Organización Mundial
de la Salud
(OMS) como “Alimento del Futuro”.
Existen
unas tres mil variedades o ecotipos que se cultivan desde el nivel del mar
hasta los 4000 msnm. La planta puede alcanzar hasta 2 metros de altura, sus
hojas son de diversas formas y colores (verde, rojo o morado) y los granos o
semillas miden hasta 2,5 mm .
Su gran valor nutricional se debe a que contiene más proteínas y de mejor
calidad que otros vegetales, su aceite es de buena calidad, contiene fibras,
minerales, vitaminas y al no contener gluten es bien soportado por los celíacos. Es considerado el mejor alimento vegetal.
Muchas de las especies superiores no pueden sintetizar todos los aminoácidos que necesita. Así, de los 20 aminoácidos que forman las proteínas del humano, 12 pueden ser sintetizados por éste (adulto), pero los otros 8 los debe obtener de sus alimentos porque no los puede sintetizar y son llamados “aminoácidos esenciales”. Las proteínas de origen animal generalmente contienen todos los aminoácidos esenciales para el hombre y en proporciones adecuadas. Las proteínas vegetales suelen carecer de algunos aminoácidos esenciales o su cantidad es insuficiente y son los “aminoácidos limitantes”. Así, la lisina y el triptófano son los aminoácidos limitantes del maíz, la lisina lo es del trigo, la metionina y el triptófano lo son de las leguminosas, etc.
Muchas de las especies superiores no pueden sintetizar todos los aminoácidos que necesita. Así, de los 20 aminoácidos que forman las proteínas del humano, 12 pueden ser sintetizados por éste (adulto), pero los otros 8 los debe obtener de sus alimentos porque no los puede sintetizar y son llamados “aminoácidos esenciales”. Las proteínas de origen animal generalmente contienen todos los aminoácidos esenciales para el hombre y en proporciones adecuadas. Las proteínas vegetales suelen carecer de algunos aminoácidos esenciales o su cantidad es insuficiente y son los “aminoácidos limitantes”. Así, la lisina y el triptófano son los aminoácidos limitantes del maíz, la lisina lo es del trigo, la metionina y el triptófano lo son de las leguminosas, etc.
Las
proteínas de la quinua son completas o adecuadas, tienen todos los aminoácidos
esenciales en una cantidad balanceada, similar a la proteína de la leche
(caseína). Además, contiene 345,9 mg/100g de histidina (más del triple que el
trigo) y 1037,8 mg/100g de arginina y estos aminoácidos son esenciales para los
niños, pero los adultos pueden sintetizarlos.
CONTENIDO DE AMINOÁCIDOS ESENCIALES DE LA QUINUA
Aminoácido
esencial
|
Contenido (mg/100g)
|
Aminoácido
Esencial
|
Contenido (mg/100g)
|
Lisina
|
717,5
|
Treonina
|
435,6
|
Leucina
|
781,6
|
Fenilalanina
|
474,1
|
Isoleucina
|
435,6
|
Triptofano
|
140,9
|
Valina
|
538,1
|
Metionina
|
397,2
|
Su
contenido de aceite es relativamente alto (6%) y tiene un elevado porcentaje de
de ácidos grasos omega 6 (ácido linoleico) (50,2 %) y omega 9 (ácido oleico)
(26 %), es similar al aceite de germen de maíz. Tiene alto contenido de
vitaminas y minerales, especialmente calcio (94 mg/100 g), magnesio (270 mg/100
g), hierro (16,8 mg/100 g), y fósforo (140 mg/100 g).
En
la cubierta o pericarpio de sus granos se hallan unas saponinas derivadas de un
triterpenoide (el ác. oleanólico) que le confieren al grano un sabor amargo y los
protege del ataque de insectos. Para su uso como alimento y para exportación,
las semillas son sometidas a prolongados lavados con agua o a una abrasión
mecánica, para eliminar la saponina o remover el pericarpio (escarificación).
BIBLIOGRAFÍA
Food Reviews International. Vol. 19,
Nº 1-2, pág. 179-189. 2003
Q.F. JUAN JOSÉ LEÓN CAM <jjleon@lamolina.edu.pe>
Departamento de Química. Universidad Nacional Agraria La Molina. PERÚ.
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