sábado, 30 de mayo de 2015

CARL WILHELM SCHEELE

Carl Wilhelm Scheele fue un brillante químico-farmacéutico sueco, muy conocido por sus trabajos farmacéuticos y por el descubrimiento de muchos elementos y compuestos químicos, aunque muchas veces el mérito no se le reconozca a él. Probablemente descubrió o ayudó a descubrir el mayor número y variedad de sustancias que ningún otro químico en igual periodo de tiempo. Fue uno de los mejores químicos del siglo XVIII y contribuyó de manera muy significativa a que Suecia esté a la vanguardia en la química de esa época.

Nació el 09 de diciembre de 1742 en Stralsund, Pomerania, que en esa época pertenecía a Suecia y durante muchos años ha sido provincia de Alemania. Por su ascendencia alemana normalmente escribió en alemán, pero hizo todo su trabajo en sueco y es considerado un químico sueco. Fue el sétimo de once hermanos y el único medio de sostener su numerosa familia era que los hijos trabajaran desde pequeños. Carl Wilhelm hizo de aprendiz de boticario, oficio que en aquellos tiempos podía ser tan bueno como una educación universitaria en química, pues los boticarios generalmente preparaban sus propias medicinas y se interesaban profundamente en ellas.

En su ciudad natal se convirtió en un excelente boticario y realizó una amplia investigación sobre productos químicos tóxicos. Entre 1770 y 1775 trabajó en boticas muy importantes de Estocolmo y Uppsala. Tuvo la oportunidad de obtener un puesto en la universidad, pero prefirió seguir como boticario y dedicarse más a la investigación. Como catedrático hubiera sido uno de tantos, pero como boticario fue el mejor que conoció la humanidad. Posteriormente trabajó en Köping, ciudad donde instaló su propia farmacia y se dedicó por el resto de sus días a la investigación científica.


Fruto de sus estudios son el descubrimiento del oxígeno y el nitrógeno en 1772-1773, lo que describió en su único libro Chemische Abhandlung von der Luft und dem Feuer (“Tratado químico del aire y del fuego”) que, por negligencia del editor, fue publicado recién en 1777. El oxígeno lo descubrió calentando distintos óxidos metálicos (como el de mercurio) que lo liberan con facilidad, trabajo que hizo en forma independiente y con anterioridad al químico inglés Joseph Priestley (a quien se le atribuye este logro) que lo preparó en 1774 usando el mismo método. El descubrimiento del nitrógeno es atribuido a Daniel Rutherford quien lo preparó en 1772 casi simultáneamente con Scheele. Algunas veces se le asigna incorrectamente el haber descubierto el wolframio o tungsteno, pero realmente solo sugirió su existencia en el mineral scheelita (tungstato cálcico, CaWO4) y logró aislar el trióxido de wolframio WO3, pero no el elemento.

Por el año 1774 preparó el cloro, pero no lo reconoció como un elemento, pensó que era un compuesto de oxígeno. Treinta años después Humphry Davy lo reconoció como un elemento y a él generalmente se le atribuye este mérito. También descubrió otros elementos químicos como el bario y el manganeso en 1774 y el molibdeno en 1778. Descubrió muchos compuestos orgánicos e inorgánicos aislándolos de plantas, animales y minerales como: la glicerina, los ácidos fórmico, tartárico, úrico y láctico demostrando que este último es el componente ácido de la leche agria y los ácidos arsénico y molibdénico. Aisló y determinó las propiedades y composición de los ácidos cítrico, málico, oxálico y gálico. Preparó e investigó compuestos muy venenosos como: fluoruro de hidrógeno, cianuro de hidrógeno (también conocido como ácido prúsico), sulfuro de hidrógeno y compuestos del arsénico.


Además, descubrió diferentes grados de oxidación del hierro, un método de obtención de fósforo a partir de los huesos, un proceso similar a la pasteurización y la acción que ejerce la luz sobre las sales de plata. Su nombre también se asocia con uno de los mayores misterios de la astrofísica y astroquímica actuales: la composición de la materia oscura. Sus escritos fueron publicados póstumamente en un volumen titulado Recopilación de artículos de Carl Wilhelm Scheele (1931).

Scheele no tuvo una buena salud, el reumatismo que padecía se agravó por sus largas horas de trabajo. Renunció prácticamente a toda vida social a favor de su única pasión, la ciencia, y cuando decidió casarse ya estaba en el lecho de muerte. Como muchos químicos de su época, trabajaba habitualmente en condiciones muy peligrosas. Además, tuvo el mal hábito de probar los compuestos químicos que descubría lo que, al parecer, fue la causa de su muerte a los cuarenta y tres años de edad. Murió en Köping el 21 de mayo de 1786, sus síntomas finales recuerdan a un envenenamiento con mercurio.

BIBLIOGRAFÍA


Q.F. JUAN JOSÉ LEÓN CAM <jjleon@lamolina.edu.pe>
Departamento de Química. Universidad Nacional Agraria La Molina. PERÚ.