Nació en Colonia, Alemania, el 9 de
octubre de 1852. Su padre, un exitoso hombre de negocios, deseaba incorporarlo
en el negocio familiar, pero él quería estudiar física. A pesar de ello, en
1871 lo envió a estudiar a la
Universidad de Bonn porque pensaba que Emil “era demasiado
tonto para ser un hombre de negocios y mejor que sea un estudiante”, pero que
estudie química porque la física “es muy abstracta, de pocas posibilidades
materiales”.
En 1872 se trasladó a la recién
creada Universidad de Estrasburgo. En 1875 trabajó como ayudante del también
genial Adolf von Baeyer (Premio Nobel de Química 1905) con quien realizó su
tesis doctoral. En 1876, cuando tenía sólo 23 años, descubrió la fenil-hidracina,
compuesto que tendría gran influencia en sus estudios posteriores, pero que le
provocó un eczema crónico, por lo que dejó sus estudios sobre azúcares e inició
los de proteínas. En 1882 fue profesor de química en Erlangen, luego en
Würzburg (1885) y en Berlín (1892) donde sucedió a A. W. Hofmann, allí
permaneció hasta su muerte.
En 1902 fue galardonado con el
Premio Nobel de Química por sus trabajos sobre las purinas y los azúcares.
Hermann Emil Fischer es uno de los químicos modernos más brillantes y más
prolíficos por sus profundos conocimientos científicos, por su intuición y amor
a la verdad, por su insistencia en probar experimentalmente las hipótesis, por
su enorme capacidad de trabajo y su gran tenacidad.
El ácido úrico, descubierto por Scheele
(1770) y varios compuestos similares (xantina, adenina y guanina) fueron
descubiertos en secreciones animales. En 1819 Friedrich Ferdinand Runge aisló
cafeína del café y, en poco tiempo, se obtuvieron varios alcaloides vegetales
similares (como teobromina del cacao y teofilina del té). Fischer demostró que
todos ellos, sean de origen animal o vegetal, eran miembros de un mismo grupo que
denominó “purinas” porque derivan de
una sustancia más simple que él mismo había descubierto y bautizado como uricum purum (“úrico puro”) o purina. De ellos, la cafeína y la teobromina se han
empleado en medicina por varios siglos.
Entre 1884 y 1894 Fischer desarrolló
su monumental obra sobre los azúcares. Sintetizó más de 30 azúcares (de 2 a 9 carbonos) y muchas
sustancias relacionadas como los glucósidos. Su mayor éxito fue la síntesis
(1890) de glucosa, fructosa y manosa a partir de glicerol. Aplicando las ideas
sobre el carbono asimétrico de Van’t Hoff y Le Bel, predijo la existencia de
azúcares de idéntica composición pero con propiedades diferentes por la
disposición de sus átomos en el espacio. Gran parte de nuestros actuales
conocimientos sobre los carbohidratos se basan en los trabajos que Fischer
realizó.
Poco antes de recibir el Premio
Nobel se dedicó a estudiar las proteínas, campo en el que también hizo grandes
contribuciones. Así, desarrolló métodos de laboratorio para obtener e
identificar aminoácidos y descubrió la prolina, el primer aminoácido cíclico
conocido. Además, descubrió cómo se unen entre sí mediante el enlace peptídico
y fabricó cadenas cada vez más largas de aminoácidos hasta lograr una de 80
aminoácidos, considerada “la molécula sintética más pesada creada hasta ese
momento”.
En 1888 se casó con Agnes
Gerlach, hija de un profesor de Anatomía en Erlangen. Por desgracia, su esposa
murió siete años después del matrimonio. Tuvieron tres hijos, uno de ellos
murió en la I Guerra
Mundial y otro se quitó la vida a los 25 años de edad, por la instrucción
militar obligatoria. El tercer hijo, Hermann Otto Laurenz Fischer fue profesor
de Bioquímica en la
Universidad de California en Berkeley y falleció en 1960.
En 1903, Mering y Fischer
sintetizaron el dietil-barbitúrico, también llamado barbital o veronal, creando
una clase totalmente nueva de medicamentos, los barbitúricos. Desde entonces se
han logrado muchos medicamentos derivados como anestésicos, ansiolíticos,
sedantes y anticonvulsivos. También estudió las enzimas y fermentos de los
líquenes y las sustancias utilizadas en el curtido de pieles. Los últimos años
de su vida los dedicó a estudiar las grasas.
En 1919 enfermo de cáncer y
profundamente deprimido por la muerte de dos de sus tres hijos en la
I Guerra Mundial, se quitó la vida. Luego
de su muerte, la Sociedad Química
Alemana instituyó la Medalla Emil
Fischer Memorial.
BIBLIOGRAFÍA
· www.biografiasyvidas.com/biografia/f/fischer_emil.htm
·
www.nobelprize.org/nobel.../fischer-bio.html -
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