Louis
Pasteur, uno de los hombres de ciencia más notables del siglo XIX, nació el 27
de diciembre de 1822, en Dole, ciudad vecina a los Alpes franceses, en el seno
de una familia pobre pero honorable. Su padre fue un militar que, al dejar el
ejército, puso una curtiduría en la que pasó su infancia el pequeño Luis.
Quizás por esta circunstancia, éste eligió la carrera de químico, aunque
alcanzó la fama en la
Medicina : es citado frecuentemente como uno de los más
grandes médicos de la historia, sin serlo. Su fecunda vida fue un ejemplo de
laboriosidad. Solía decir que el único secreto de su ciencia estaba en su lema:
“trabajar, siempre trabajar”.
Durante
sus estudios primarios y secundarios se distinguió por su afición y cualidades
de dibujante. A los 16 años, fue enviado a París, porque su padre deseaba que
llegara a ser profesor de escuela. Pasteur nunca se acostumbró en la gran
ciudad, regresó al suelo natal, se dirigió a Bezancon, donde culminó su
bachillerato (con una modesta calificación en Química) y luego siguió sus
estudios en Ciencias Físicas en la Escuela Normal Superior de París.
Durante
los años 1843-44 siguió los cursos de Química que regentaba el gran Jean
Baptiste Dumas, el químico que dio el peso atómico a gran número de elementos y
descubrió el alcohol amílico. Por su dedicación, fue nombrado ayudante de
Física, al mismo tiempo que consiguió el doctorado en Ciencias y realizó su
primer descubrimiento en la química: dependiendo de su forma cristalina, los
tartratos (sales del ácido tartárico) podían desviar la luz polarizada hacia la
derecha (dextrógiras) o hacia la izquierda (levógiras). Ello contribuyó a
establecer las bases de la estereoquímica. Sus contribuciones a la química le valieron la concesión de la Legión de Honor Francesa cuando
sólo tenía 26 años.
En un informe
presentado por el mineralogista Senarmont a la Academia de Ciencias, Pasteur (31 años) fue presentado como
dotado, en grado sumo, de dos cualidades aparentemente contrarias: la facultad
de concebir e imaginar, y la sabiduría consciente necesaria para observar y
verificar.
Al mismo tiempo que obtuvo la
agregación de ciencias físicas (1846) y el doctorado en ciencias (1848),
continuó sus investigaciones en los laboratorios (muy pobres y casi improvisados)
de las Facultades de Dijon. En 1849, fue nombrado profesor suplente de
Química en la Facultad
de Ciencias de Estrasburgo, donde conoció a la hija del rector de la Universidad , la
señorita Marie Laurent, con quien contrajo matrimonio. En 1854 fue designado
como Decano de la Facultad
de Ciencias de Lille, facultad que se había creado, en parte, con el propósito de aplicar la ciencia a resolver los problemas prácticos de las industrias de la región, especialmente la fabricación de bebidas alcohólicas: la acidificación del vino y de la cerveza habían constituido un grave problema económico en Francia. De inmediato Pasteur se dedicó a investigar la fermentación y logró demostrar que el alcohol de la
fermentación se produce por las levaduras, mientras que las sustancias
indeseables (como los ácidos láctico o acético) que agrian el vino, las
producen las bacterias.
Su nombramiento como director científico de la Escuela Normal Superior de París, en 1857, marcó una nueva orientación de sus estudios. Fue
el inicio de una serie de estudios que se prolongarían hasta 1876, en los que
Pasteur identificó distintos microorganismos responsables de diferentes clases
de procesos fermentativos. En base a sus descubiertos, se creó las industrias
de la cerveza, el vino y el vinagre. Trabajando sobre los agentes de la
fermentación butírica, Pasteur descubrió la presencia de microorganismos que se
desarrollan en ausencia de oxígeno, lo que desmentía la creencia de que todas
las formas de vida necesitan aire para crecer. Acuñó los términos aerobiosis y
anaerobiosis para denominar, respectivamente, a la vida en presencia y en
ausencia de oxígeno.
Muchos de los estudios que condujeron a Pasteur a conceptos verdaderamente revolucionarios en su época, fueron debidos a hechos accidentales; descubrió que era posible eliminar las bacterias calentando el líquido que las contiene a 55ºC por algunos minutos, método que propuso para combatir los efectos de la fermentación, postulando que la eliminación de los microorganismos anulaba el fenómeno. Así, la «pasteurización», tuvo una importancia trascendental para la conservación de los productos lácteos y de los vinos y, desde luego, para toda la alimentación humana.
Pasteur
estaba dotado de las cualidades más importantes de un buen científico: la
capacidad de estudiar todos los datos conocidos y vincularlos con las posibles
hipótesis, la paciencia, el control sobre los experimentos y la brillantez para
dar con la solución, por lo que impulsó muchas áreas de la ciencia, entre ellas
la estereoquímica y la microbiología.
bibliografia
-
http://www.portalplanetasedna.com.ar/pasteur.htm
- http://www.jaja.cl/?a=529
MSc. CARMEN RODRÍGUEZ BEST <carb @ lamolina.edu.pe>
Departamento de Química. Universidad Nacional Agraria La Molina.
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