El
aire de nuestros espacios urbanos y rurales está cada vez más distante de ser un
“aire limpio”, por acumular altas concentraciones de contaminantes provenientes
de procesos naturales y antropogénicos (actividad industrial, comercial, urbano,
parque automotor, etc.). La contaminación constituye un
grave problema de salud ambiental que afecta, por igual, a los países desarrollados
y en desarrollo.
Uno de los principales contaminantes son las partículas en
suspensión o “material particulado” (PM), una compleja mezcla de partículas
líquidas y sólidas de sustancias orgánicas e inorgánicas suspendidas en el
aire. Las partículas PM–10 cuyo diámetro es de 5 a 10 micrómetros (um), son
unas cinco veces más pequeñas que el grosor del cabello humano que mide
aproximadamente 50 um.
Se forman por medio de procesos mecánicos y, por ser las más grandes, son afectadas por la gravedad. Cuando se respiran, son
retenidas en la cavidad nasal y en la faringe (extratorácica). Las PM–5 tienen un diámetro de 2,5 a 5 um, se forman por fuentes de combustión y se mantienen en suspensión por mayor tiempo por efecto
de su fricción con las moléculas del aire. Las PM–2,5 (de 0,1 a 2,5 um de diámetro) pueden alcanzar los pulmones, donde
quedan retenidas (traqueobronquial). Las partículas más pequeñas que las PM–2,5
suponen mayor peligro porque, al ser inhaladas, pasan a la zona
alveolar, pueden alcanzar los bronquiolos, alterar el intercambio pulmonar de
gases e ingresar a los fluidos corporales.
La inhalación prolongada
de estas partículas puede afectar la función respiratoria, producir
enfermedades broncopulmonares, cardiovasculares y cáncer al pulmón (Sociedad
Americana del Cáncer–U.S.A, ICRP–U.S.A, OMS), su capacidad dañina para la salud
está en relación inversa con su tamaño y peso, forma y composición química. La
mala calidad del aire en espacios interiores, representa un riesgo para la salud de más de la mitad de la población mundial. En los
hogares donde se emplea la combustión de biomasa (leña) y carbón para cocinar y
calentarse, los niveles de PM pueden ser unas 10 a 50 veces superiores a los
recomendados en las directrices internacionales.
La combustión de derivados del petróleo es otra importante fuente de contaminación atmosférica. En ciudades con niveles elevados de contaminación, la mortalidad es un 15% a 20% mayor a la registrada en ciudades más limpias. Incluso en la comunidad europea, la esperanza de vida promedio es 8,6 meses inferior debido a la exposición a las PM-2,5 generadas por actividades humanas.
Los países deben examinar la
adopción de normas cada vez más estrictas y hacer un seguimiento de los
progresos vigilando la reducción de las emisiones y las concentraciones de PM.
Los valores guía numéricos y los valores de los objetivos intermedios indicados
en la normatividad, contribuyen a este proceso ya que reflejan las
concentraciones a las cuales, según los descubrimientos científicos actuales,
se prevé que habrá una respuesta de mortalidad creciente debida a la
contaminación del aire con PM.
En el Perú, los
Estándares Nacionales de Calidad Ambiental para aire referente a PM–10 y PM–2,5 muestran valores que no siempre
coinciden con los recomendados por la
O.M .S., como se aprecia en el cuadro adjunto:
VALORES MÁXIMOS DE PM–10 (ug/m3)
|
VALORES MÁXIMOS DE PM–2,5 (ug/m3)
|
||||||
DS. 074–2001–PCM
|
O.M.S.
|
DS. 003–2008–MINAM
|
O.M.S.
|
||||
Media Anual
|
Media de 24 horas
|
Media Anual
|
Media de 24 horas
|
Media Anual
|
Media de 24 horas
|
Media Anual
|
Media de 24 horas
|
50
|
150
|
20
|
50
|
---
|
25
|
10
|
25
|
En el Anexo 2
del DS. 074–2001–PCM (Valores de tránsito para PM–10) se indican 80 ug/m3
como media anual y 200 ug/m3 como media de 24 horas; dichos valores representan
un alto nivel de contaminación por PM, incrementando el riesgo de enfermedades
broncopulmonares en niños y en personas mayores que viven en grandes avenidas.
Los factores
determinantes para mejorar la calidad del aire en los ecosistemas urbanos son la
restricción de parques industriales, el crecimiento urbano desordenado, el parque
automotor descontrolado y la deficiencia de
áreas verdes, principalmente árboles de follaje perenne. La OMS recomienda como mínimo 9 m2 de áreas
verdes por habitante. Son extraordinarios los efectos beneficiosos de los
bosques urbanos y el Perú dispone de una inmensidad de especies arbustivas
endémicas en cada región, con posibilidades de adaptación a suelos con bajo
contenido de humedad. Por lo tanto, es probable que, tras una previa evaluación
de la capacidad de adsorción de PM de la superficie de las hojas, existan especies
arbustivas que pueden incluso superar al abeto rojo (Abies pinsapo) que retiene 32 TM de PM/ha en condiciones de bosque
denso.
BIBLIOGRAFÍA
- OMS (Organización Mundial de la Salud ). 2006. Guías de calidad del aire de la OMS relativas al material
particulado, el ozono, el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. OMS,
20 Avenue Appia, 1211 Ginebra 27, Suiza.
DR. ELVITO VILLEGAS SILVA <elvito@lamolina.edu.pe>
Departamento de Química. Universidad Nacional Agraria La Molina. PERÚ.
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