sábado, 15 de febrero de 2014

LA VITAMINA DEL SOL

Con el nombre de “Vitamina D o anti-raquitismo” se denomina a unos once compuestos que presentan “Actividad de vitamina D”, los más importantes son dos: el ergocalciferol o vitamina D2 (de origen vegetal) y el colecalciferol o vitamina D3 que es de origen animal y posee mayor actividad. Ambas difieren sólo en un enlace doble y un grupo –CH3 (metilo) de su cadena lateral. Los primeros trabajos para aislar la vitamina D y determinar su papel en el raquitismo los realizó Edward Mellanby en 1918-1920.

Nuestro cuerpo produce vitamina D3 o colecalciferol, a partir de un derivado del colesterol (7-dehidrocolesterol) cuando su piel es expuesta a los rayos solares. La luz ultravioleta-B (UVB) (zona de la luz solar de longitud de onda entre 290 y 315 nanómetros) rompe uno de sus anillos y la transforma en colecalciferol. Es ésta la principal fuente de vitamina D y depende del grado de exposición a la luz y del grado de pigmentación de la piel, por eso también se la denomina “vitamina de la luz del sol”. La vitamina D es biológicamente inactiva y el organismo la modifica colocándole dos grupos hidroxilo (–OH) (hidroxilaciones): uno en el hígado transformándola en 25-hidroxivitamina D o calcidiol, (es la principal forma como circula en la sangre) y el otro en el riñón, dando la forma más potente llamada 1,25-dihidroxivitamina D o calcitriol.


Se estima que, para personas de piel clara, una exposición al sol de 10 a 15 minutos, tres veces por semana, es suficiente para cubrir los requerimientos de esta vitamina. Las personas de piel oscura o las de la tercera edad sintetizan menos vitamina D. Debido al riesgo de cáncer a la piel que esto significa, debe usarse protector solar luego de unos minutos de exposición. El riesgo de presentar deficiencias de vitamina D aumenta en las personas que viven lejos de la zona ecuatorial, en las que usan un exceso de bloqueadores solares, en las obesas y en las que por motivos religiosos o culturales (mundo islámico) mantienen su piel cubierta cada vez que salen al exterior.

La vitamina D desempeña muchas funciones en el cuerpo. Es una vitamina liposoluble (se disuelve en las grasas, no en agua), no es destruida por la cocción, actúa como hormona regulando la formación de los huesos, la absorción de calcio y fósforo en el intestino delgado y su incorporación en huesos y dientes. También regula la reabsorción de calcio y fósforo (fosfato) en los riñones. Su carencia en los niños origina el raquitismo, enfermedad que produce un deficiente crecimiento, la deformación de los huesos (piernas arqueadas) y gran deterioro en sus dientes. En adultos, su carencia produce el ablandamiento de huesos (osteomalacia) y la fragilidad de éstos (osteoporosis).

Algunos alimentos contienen precursores de las vitaminas o provitaminas. Así, el precursor de la vitamina D3 es el 7-dehidrocolesterol que se encuentra en alimentos de origen animal (pescados grasos como atún, salmón y caballa, aceites de hígado de res y de peces, la yema de huevo, la leche y sus derivados). Similarmente, algunos vegetales (como champiñones, ciertas algas, levadura) contienen ergosterol que es el precursor de la vitamina D2 y su irradiación con luz UVB la transforma en ergocalciferol. Para los vegetarianos, los hongos o setas son una de las pocas fuentes naturales de vitamina D. Muchos alimentos son enriquecidos con esta vitamina porque su contenido natural (de vitaminas D2 y D3) es siempre pequeña. La Academia Americana de Pediatría recomienda que todos los lactantes reciban un suplemento de vitamina D de 400 UI/día (unidades internacionales). (40 UI equivalen a un  microgramo de calciferol).

Las deficiencias de esta vitamina pueden deberse a una dieta inadecuada, sumada a una deficiente exposición al sol. También pueden ocurrir por alteraciones en el funcionamiento del hígado o el riñón que limiten su absorción o su conversión a las formas activas. Debido a sus diversos orígenes, la mejor manera de establecer el estado de vitamina D en una persona es determinar el nivel de 25-hidroxivitamina D en su sangre. En general, valores de menores a 20-25 nmol/L (nanomoles/litro) que equivalen a 8-10 ng/mL (nanogramos/mililitro) en la sangre indican una seria deficiencia de vitamina.


El consumo excesivo de alimentos enriquecidos con vitamina D puede originar toxicidad. Por ser soluble en grasas, el exceso de vitamina D se almacena en nuestros tejidos adiposos, no es excretada por los riñones (como la vitamina C o las del complejo B que son hidrosolubles). Esta intoxicación origina un elevado nivel de calcio en la sangre (hipercalcemia), lo que puede causar el depósito de calcio en tejidos blandos (corazón, pulmones y vasos), daño y cálculos a los riñones e hipertensión arterial.

BIBIOGRAFÍA

Q.F. JUAN JOSÉ LEÓN CAM <jjleon@lamolina.edu.pe>
Departamento de Química. Universidad N. Agraria La Molina. PERÚ.

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